Madrid 2024-25
Madrid en Europa
Madrid es la Capital Europea de la Cultura Gastronómica 2024-2025.
Madrid se ha convertido en uno de los principales destinos nacionales e internacionales, un destino de excelencia por su patrimonio histórico y social, por su oferta cultural y de ocio, por su avanzada infraestructura, sus servicios de calidad, su conectividad, su seguridad… y, por supuesto, por su gastronomía.
Coincidiendo con el quinto aniversario de la Comunidad Europea de la Nueva Gastronomía, la Comunidad de Madrid, desde la capital como punto de partida, hasta todos los municipios y territorios que la integran, se convierte en un escenario para dar a conocer la gastronomía de Europa, la de los países centroeuropeos, los del Mediterráneo, los nórdicos y los bálticos.
Una gastronomía unida por la influencia histórica y cultural de los países vecinos y, al mismo tiempo, múltiples gastronomías que han sabido conservar sus propias singularidades y riquezas con el paso del tiempo.
Objetivos:
Dar a conocer la cultura gastronómica de los diferentes países de Europa.
Consolidar la gastronomía de Madrid como referente en Europa.
Fomentar una Nueva Gastronomía saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria.
Promocionar los cuatro eslabones de la cadena alimentaria: producción, industria, distribución y hostelería.
Impulsar el turismo y el comercio exterior.
Europa en Madrid
Los países europeos han aportado al mundo algunos de los mejores platos de la cocina tradicional universal. Recetas de nuestras madres, abuelas y bisabuelas que han pasado de generación en generación y que, hoy, forman parte del patrimonio cultural de todas las civilizaciones.
Algunas tradiciones gastronómicas, incluso, han quedado registradas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, como la Dieta Mediterránea, la comida de los franceses o la elaboración del pan de especias en el norte de Croacia.
Y es bien sabido que los países europeos han sido impulsores de la más avanzada innovación culinaria, desde la alta cocina francesa hasta la cocina de la libertad, promovida por España en los años 90.
Pero la gastronomía no es solo cocina, sino que engloba múltiples dimensiones que van desde el campo hasta la mesa, y desde la salud hasta la economía. Representa, sin duda, una de las actividades más importantes para el ser humano desde los orígenes de la humanidad hasta nuestros días.
El Parlamento Europeo aprobó, en 2014, una Resolución sobre el “Patrimonio gastronómico europeo: aspectos culturales y educativos”, que reconoce la gastronomía como “una de las manifestaciones culturales más importantes del ser humano”, una “parte de nuestra identidad y un elemento esencial del patrimonio cultural europeo”.
Dicha Resolución hace una serie de propuestas y recomendaciones a los estados miembros en relación a la importancia que ha adquirido la gastronomía en el siglo XXI. Entre ellas, la implementación de políticas y medidas para preservar el patrimonio gastronómico europeo, apoyar una producción agroalimentaria sostenible o promover hábitos alimentarios saludables entre la población. También recomienda la incorporación de conocimientos sobre alimentación, nutrición y cultura gastronómica en los sistemas educativos de los diferentes países.
Europa posee una gastronomía tradicional única, ha sido impulsora de la cocina creativa en el mundo y, ahora, abre un nuevo camino para garantizar una alimentación saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria.